CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Una de las cintas más vistas en México durante este mes en Netflix es Galletas de animalitos, una historia animada más o menos aceptable que gira en torno a una familia circense.
El protagonista es un joven llamado Owen, quien creció cerca de sus tíos Bob y Talia Huntington, cirqueros de corazón, pero que ahora trabaja en la fábrica de galletas para perro de su suegro. Y si bien Owen tiene una linda familia compuesta por su esposa Zoe y su hija McKenzie, no es feliz en su trabajo.
Owen vive atrapado en una rutina asfixiante en donde todos los días debe probar comida para perro para ver si tiene el sabor adecuado. De la mano de una compañera de trabajo, está probando nuevos sabores de croquetas dirigidos a los humanos, con la esperanza de congraciarse con su suegro, quien parece no estimarlo del todo. No por nada lo puso a comer comida para perro.
La vida de Owen dará un giro cuando se entere que sus tíos Bob y Talia han fallecido en un incendio en el circo y que él lo ha heredado. Pero la cosa no es tan fácil, el circo está en crisis: infraestructura deficiente, y además los animales desaparecieron. Sin mencionar que otro tío suyo, Horacio (dueño de la cadena de circos más importante), desea quedarse con su legado, y además desea saber dónde se fueron aquellos.
El circo de Bob y Talia esconde un gran secreto, y quien lo descubra llevará al circo al éxito. Al mismo tiempo, este misterio llevará a Owen a replantearse sus sueños y prioridades en la vida.
La cinta tiene grandes momentos, sin embargo la falta de coherencia en algunos puntos centrales de la trama y la ambigüedad de su discurso, hacen de Galletas de animalitos (Animal Crackers, EU-2017) una historia un tanto dispersa.
A lo largo del filme no queda claro si está prohibido usar animales en el circo, pero sabemos que la gente en el mundo de Galletas de animalitos no quiere estar en un circo sin ellos; la solución de un espectáculo así se resuelve de una forma mágica que funciona muy bien para la ficción, pero imposible de aterrizar en la realidad.
Entonces, ¿qué es lo que quiso decir el realizador? Si los animales del circo sí importan, ¿deberían volver? Quizá, aunque es poco probable que se plantee su regreso como antes. Así, estamos obligados a intuir que la magia para que esto ocurra es por dos caminos, la tecnología o la imaginación…
La aventura animada termina funcionando a pesar de todas las preguntas que surgen de la inconsistencia de la trama; el resultado, una cinta que aunque aceptable, llamará la atención de los pequeños cuando el secreto de los animales se descubra.
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