CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La cinta Tiempo de caza (Time to Hunt, Corea-2020) es un poco dispareja: comienza de manera emocionante con un grupo de jóvenes marginados realizando un robo peligroso, y termina en una persecución un tanto exagerada y carente de la profundidad psicológica de esa primera parte.
Dirigida por Sung-hyun Yoon, gira en torno a Jun Seok, un chico inteligente con aspiraciones de un futuro mejor que acaba de salir de la cárcel, pues estuvo involucrado en el robo de una joyería. No pasa mucho tiempo sin que Seok, una vez fuera, comience a planear otro robo, y ahora sumamente ambicioso.
Para ejecutar el atraco, necesitará a sus amigos Jang Ho –un chico medio bobo y leal, quien al igual que Seok creció sin papás–; Ki Hoon –leal pero reticente a participar en el golpe, y a diferencia de los otros dos, él sí tiene a sus dos papás–; y por último Sang Soo –quien debe mantener a su madre enferma, que trabaja en una especie de casino ilegal, donde precisamente Seok tiene planeado realizar su plan.
El asunto es de alta peligrosidad, pero los muchachos lo ejecutan a la perfección, o al menos eso es lo que creen…y es que como no sólo se robaron el dinero sino la información de la gente que mueve dinero en ese lugar, los mafiosos a cargo están dispuestos a recuperar lo perdido y aniquilar a quienes lo hicieron.
Para lo anterior, contratan a un asesino efectivo y despiadado llamado Han,
La primera parte de la cinta es emocionante: conocemos a los jóvenes y sus motivaciones, y descubrimos que prácticamente sus sueños están rotos, no sólo por la inestabilidad familiar sino por la crisis que se cierne sobre su país, donde al parecer la sociedad como la conocíamos está viviendo sus últimos días.
Las actuaciones de los chicos son buenas, y como sus personajes bien delineados, pues… nos encariñamos con ellos y queremos que ganen. Pero en la segunda hay un cambio de tono y descubrimos que lo anterior era el contexto de la historia, y que la siguiente hora y veinte veremos una persecución terrorífica en donde los muchachos serán asediados por una figura que, tipo Jason Vorhees (Viernes 13), parece tener el don de la ubicuidad.
La carga de acción y suspenso nos invitan a dejar de pensar, relajarnos y disfrutar de la persecución que a veces no tiene lógica alguna. Y aunque encontramos algunos momentos emotivos entre los miembros de la banda, no son suficientes: extrañamos el drama post-apocalíptico y profundo de los primeros 40 minutos.
Haciendo un balance entre ambas partes, Tiempo de caza termina siendo una cinta entretenida a secas, luego de hacernos creer que estábamos viendo una gran cinta criminal.
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