CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A un día de cumplirse el 55 aniversario del lanzamiento de la tira cómica “Mafalda”, su creador, el humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado, “Quino”, falleció este miércoles a los 88 años de edad. La noticia del deceso, confirmada en primera instancia por su editor Daniel Divinsky, ha dado la vuelta al mundo.
Diversas instituciones culturales han emitido su pesar por la muerte del caricaturista, entre ellas la Real Academia Española y Cultura UNAM, que lo calificó como “uno de los genios latinoamericanos de la gráfica humorística”.
"No es necesario decir todo lo que se piensa, lo que sí es necesario es pensar todo lo que se dice", él lo hizo en cada viñeta, entre ellas su icónica Mafalda.
Lamentamos la muerte de Joaquín Salvador Lavado "Quino", uno de los genios latinoamericanos de la gráfica humorística🖤 pic.twitter.com/k223WMiyml— CulturaUNAM (@CulturaUNAM) September 30, 2020
A lo largo de su trayectoria, el dibujante colaboró con distintos medios, entre ellos Proceso, en 1978, año en el que publicó un cartón cada semana en su etapa “post-Mafalda”, según un breve texto de bienvenida colocado en la sección de Cultura del semanario, en su edición # 70, bajo el título: “Quino en Proceso (y el proceso de Quino)”, donde se señaló, entre otras cosas:
“Aunque desde hace varios años Quino dejó de dibujar a Mafalda, su popularidad es tal que sus lectores no son de biblioteca, sino que los vemos en los camiones, en las oficinas públicas, en las escuelas. Este es uno de los logros de Quino: ha creado un personaje limpio, accesible a todos, con ideas que difícilmente podrían ser aceptadas si nos llegan ‘escritas’, por otros medios.
“Mafalda no termina, recomienza en cada tira, aunque la fantasía de algunos jure haberla visto morir en un accidente: Quino no la ha matado, porque Mafalda tiene ‘vida propia’; si no, piénsese que la tira no fue realizada para niños, se publicó siempre en periódicos y revistas para adultos (y ahí, ni siquiera en secciones infantiles), y no obstante produce el deleite de los pequeños, se utiliza en muchas escuelas y hasta en enseñanza de idiomas. El año pasado, UNICEF publicó la Declaración de los Derechos de los Niños, comentada e ilustrada por Mafalda y sus amiguitos”.
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“Quino” por Gallut, Kemchs y Trino
A la distancia, “Quino” fue formador de conciencias de diversos caricaturistas, tal es el caso de Maricruz Gallut, “Gallut”, cartonista de Proceso, quien comentó a la revista:
“Sin dudarlo es uno de los grandes humoristas gráficos de todos los tiempos, el más importante, un observador de la realidad muy agudo, y un gran feminista. La calidad de su línea era ejemplar, una combinación de muchas cosas –era argentino hijo de españoles–; tuvo la capacidad de aterrizar y formar conciencias tanto en lo familiar como en lo amistoso, lo ambiental y hasta lo político”.
–Todos apuntamos a su humor, pero acabas de mencionar algo importante al anotarlo como un feminista.
–Sí, y de los primeros feministas. El solo hecho de que su personaje principal fuera una niña hizo que muchas de las que éramos niñas nos supiéramos importantes y con la capacidad de cualquier cosa, tal y como Mafalda. Era un visionario. Un ejemplo valioso de lo que se puede hacer con el poder de los dibujos. En mi caso influyó mucho para ser dibujante”.
De hecho, en una de las tantas entrevistas a “Quino” donde se le cuestionó por qué Mafalda había sido mujer, el humorista comentó: “Cuando empecé a dibujarla, pensé en mayo del 68 (movimiento estudiantil de Argentina) y dije: ‘Tiene que ser una nena’. ¿Y una nena que hiciera qué? Mafalda tenía que preguntar lo mismo que yo me sigo preguntando cuando veo las noticias: ¿Por qué siguen destruyendo el planeta? Pero, además, siempre lo he dicho, las nenas son más despiertas que los varones”.
En 2018 “Quino” se pronunció por la legalización del aborto en Argentina, cuando utilizaron a Mafalda con un pañuelo azul cielo, símbolo de una campaña anti-aborto denominada “Salvemos las dos vidas”, e inmediatamente el caricaturista solicitó que se le retirara el pañuelo. “No lo he autorizado, no refleja mi posición y solicito sea removida”, advirtió en un tuit emitido por su editorial Ediciones de la Flor.
Para José Trinidad Camacho, “Trino”, “Quino” fue una de sus dos grandes inspiraciones, junto a “Aragonez”, y así lo recordó en entrevista telefónica con esta agencia:
“Gis y yo tuvimos la oportunidad de conocerlo en 1987-88 cuando vino a la Feria del Libro de Guadalajara, y nos invitó a convivir con él en la Playa de Careyes, donde se estaba hospedando, y como un primo de Gis trabajaba en un hotel nos dio chance y nos fuimos para allá, la pasamos muy bien con él un par de días. Era un tipo sensacional, brillante, un tanto tímido, y hasta medio infantil en ciertas cosas, pero sobre todo un tipo inteligente, de pocas palabras, pero muy, muy astuto y con un humor hasta cierto punto ácido.
“Después me lo encontré en algunos otros encuentros; la última vez que lo vi creo fue en 2008 y tuve la oportunidad de presentarle su libro en la Feria del Libro de Monterrey, en la que también le presenté a Rius un volumen… Se está muriendo toda una generación, nuestros ídolos, Rius, Abel Quezada, Naranjo, Fontanarrosa, pero hay una generación que puja, yo estoy como en medio, pero hay una más abajo que también viene fuerte”.
Por su parte, el investigador y dibujante Arturo Kemchs Dávila, conocido como “Kemchs”, quien compartió algunas de sus fotografías personales con Apro, recordó a “Quino” como el hombre “parteaguas de la caricatura mundial”:
“Es un ícono y va a quedar como un ícono. Tú sabes que Mafalda trascendió a idiomas que ni el mismo Quino imaginó. Yo platicaba con él y se quejaba mucho de que le pirateaban a Mafalda en diferentes países, donde por supuesto que no le pagaban regalías ni nada, ‘ni siquiera sé en qué idioma están’, decía. Fue un monstruo Mafalda en todo el mundo; al parecer la conciencia de esta niña era universal”.
–¿Kemchs tiene influencias de Quino?
–Yo creo que no, porque al primero que conocí y del que empecé a copiar sus dibujos es de Rius. En el camino me fui encontrando a muchos otros compañeros y muchos años después empecé a tener comunicación con Quino, de hecho, colaboramos en un suplemento que se llamaba ‘Otro más otro’, en el diario ‘Uno más Uno’. Esa fue la comunicación, de amistad, en lo laboral nunca me quiso cobrar las caricaturas. La última vez que yo lo vi fue en Guadalajara, en la Feria del Libro, fue cuando le dieron el Premio de Caricatura La Catrina (2003).
“De tener la oportunidad de despedirme le daría las gracias. Yo creo que muchos de mis compañeros, de mis colegas y mucho del público seguramente también, porque fue mucho lo que nos dejó como enseñanza reflexiva”.
“Quino” nació el 17 de julio de 1932 en ciudad Mendoza, Argentina, mismo lugar donde perdió la vida rodeado de su familia, de origen español. En 2017 falleció su esposa, Alicia Combo.
Hijo de emigrantes andaluces, Joaquín Salvador adoptó el seudónimo de “Quino” como caricaturista para distinguirse de su tío pintor. Desde hace años, el padre de “Mafalda” había limitado sus apariciones públicas debido a problemas de movilidad y visión.
“Mafalda”, la niña rebelde y contestataria, nació un 29 de septiembre de 1964, a manos del humorista. El dibujo animado es uno de los más reconocidos a nivel mundial, y aunque su tiraje dejó de emitirse a sólo siete años de su existencia, sigue vigente en la memoria colectiva.
En ese momento concreto, “Quino” decidió abandonarla para irse a historias con personajes más anónimos que retrataban sus demonios más íntimos de soledad e incomprensión.
Pero el nacimiento de Mafalda se remonta a un trabajo encargado para el caricaturista: Un trabajo inicial como dibujante publicitario le condujo a crearla, gracias a unas lavadoras. A Joaquín Salvador le encargaron una publicidad que consistía en elaborar tiras cómicas para los diarios en las que se mostrara en dibujos la vida de una familia que utilizaba los electrodomésticos “Mandsfield”. Y de esa secuencia fonética surgió el nombre de Mafalda.
Los libros que recogían aquellas escenas de la niña contestataria venderían millones de ejemplares y serían traducidos al francés, inglés, japonés y más de 30 idiomas.
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