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Fotogalería: Las Catrinas de barro de Capula, su origen y evolución
A unos minutos de Morelia, la capital de Michoacán, se encuentra Capula un pueblo que atesora el milenario arte de la alfarería en barro y cuya fama mundial alcanzó con una innegable figura, que hoy, es parte esencial de las tradiciones del día de muertos en México. Se trata de la Catrina. El personaje que nació de la imaginación del gran José Guadalupe Posada.
Sus artesanos cuentan que el oficio de la alfarería data del siglo XV y que fue el propio obispo Vasco “Tata” de Quiroga quien supo mezclar las técnicas españolas e indígenas que marcaron todo un estilo particular un estilo particular en la elaboración de utensilios diversos pero fue hasta los año 70 cuando la Catrina se adueñó de la mayoría de los talleres familiares.
Dr. Omar Aguilar jefe de vinculación del Instituto Tecnológico de México campus Morelia docente, empresario y consultor en el área de materiales, diseño y mejoramiento de procesos e ingeniería de calidad nos explica:
“Capula es un Pueblo que se encuentra a 20 minutos de la ciudad de Morelia y que es famoso por la tradición de modelar barro. Este oficio comenzó con Vasco de Quiroga, el primer obispo de Michoacán y el fue quien le enseño a los habitantes a elaborar estas artesanías para que pudieran tener productos para comercializar.”
“Con esta técnica artesanal se inicio la producción con macetas, jarrones, vajillas y demás objetos con barro.”
“Pero no fue hasta los años 70 donde el artesano Juan Torres se inspiró en el personaje dibujado por por José Guadalupe Posadas que aparecieron las primeras catrinas de barro en Capula.”
“De ahí en adelante los demás artesanos empezaron a prender la técnica y actualmente se ha convertido en un símbolo para todo el pueblo.”
La catrina comenzó a tener fama local y luego los propios Michoacanos se encargaron de promoverla en el mundo como un estandarte, no solo de las tradiciones, sino de la expresión artística de los artesanos que moldean con sus manos caprichosas figuras que actualizan con el tiempo.
Así, hoy encontramos catrinas que representas diversos oficios, catrinas ataviadas con elegantes prendas y joyas, las que van al mercado con amplias canastas. Las enamoradas, la novias y muchas otras variedades que poco a poco se fueron complementando con sus respectivas parejas para que no estuvieran tan solas.
Pero las Catrinas fueron presa de su propia fama porque la delicadeza del barro provocaba que las piezas llegaran rotas principalmente de los largos dedos, a su destino, desanimando principalmente a los compradores de las artesanías.
“Actualmente los artesanos de catrinas de Capula tienen una problemática en cuanto a la resistencia mecánica de estas figurillas de barro. Muy particularmente en los dedos y manos de las esculturas generando una complicación al momento de vender esta mercancía. Ya que es muy común que el producto le llegué roto al cliente.” Dice el Dr Aguilar.
Por ello que el tecnológico nacional de México campus Morelia se está trabajando con grupos interdisciplinarios de investigadores para poder resolver la fragilidad del barro y que los artesanos amplíen su posibilidad de comercialización. Muy particularmente de las catrinas de barro.
Para lograr esto el Tecnológico de México esta atacando el problema desde diferentes estas aristas:
Un primer grupo de investigadores se está se está enfocando en examinar diferentes materiales y aditivos que se puedan agregar en las arcillas y con esto poder modificar sus características y eliminar ciertos defectos con el fin de mejorar la calidad de los productos puntualmente en la resistencia mecánica.
Algunos de los aditivos utilizados hasta el día de hoy son nano partículas de carbono, inclusiones poliméricas, sílica coloidal y seudoboehmita logrando con estas adiciones duplicar la resistencia a la fractura del barro sin incrementar sustancialmente el costo producción
Aparte, otro grupo de investigadores del campus Morelia, está diseñando un horno que permita a los artesanos controlar de forma más eficiente las temperaturas de cocción garantizando con esto productos de mejor calidad.
Finalmente, un tercer grupo de investigadores del área de logística está rediseñando el empaque, envase y embalaje de las catrinas de tal forma que prácticamente se esta garantizando al 100 % que el producto llegará en perfectas condiciones al cliente final sin importar la distancia ni el medio de trasporte por medio del cual se envía dichas catrinas logrando con esto resolver con por completo este una problemática social que actualmente viven los artesanos de Capula.
La aportación del Tecnológico de México campus Morelia será decisiva para proteger a las catrinas en sus diversos trayectos y con ello la apuesta de los artesanos es aumentar sus ventas que inevitablemente son afectadas por la contingencia sanitaria del coronavirus que limita la llegada de turistas nacionales y extranjeros.
Incluso el gobierno estatal ya ordenó cancelar la tradicional feria de la catrina que se debería celebrar en estos días de muertos y que con múltiples actividades relacionadas con el personaje llenaba de color las calles empedradas de lo que seguirá siendo la capital mundial de las catrinas y que quizá hoy con letras más pequeñas había que agregarle que son la de los dedos protegidos.
Con información de Roberto Aguilar.
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