CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El empresariado mexicano alzó la voz contra la aprobación de la reforma a la Ley de Adquisiciones, que permitirá al gobierno de Andrés Manuel López Obrador comprar medicamentos en el extranjero sin licitación.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) señaló que dicha decisión evidencia la falta de planeación y transparencia en el gobierno federal, donde ocho de cada 10 contrataciones o adquisiciones públicas se dan por adjudicación directa, lo que –sostuvo– no abona al combate a la corrupción.
Además, agregó, comprar medicamentos en el extranjero conlleva el riesgo de inundar al país con fármacos de dudosa calidad, poniendo en peligro 100 mil empleos directos y 500 mil indirectos, además de las pérdidas por 60 mil millones de pesos para el sector farmacéutico nacional.
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El organismo encabezado por Gustavo de Hoyos Walther señaló que es necesario enfatizar que México es de los pocos países que cuenta con soberanía en la producción y comercialización de medicamentos, por lo que adquirir dichos insumos en el extranjero podría representar la importación de fármacos de dudosa calidad, que no cubrirán las necesidades de los mexicanos.
De acuerdo con el sector patronal, en el país existe una planta industrial seria, establecida desde hace décadas y que cumple perfectamente con todas las condiciones de calidad, oportunidad y precios que requieren los medicamentos, por lo que resulta una contradicción abastecer el sistema nacional de salud con proveedores extranjeros, que no se harían responsables de la calidad de todos los fármacos.
También recordó que la industria farmacéutica nacional mostró su disposición para contribuir con las políticas de atención a la salud, actuando siempre con transparencia y responsabilidad.
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Mipymes en jaque: Canacintra
La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) advirtió que la reforma pone en riesgo cientos de miles de empleos, no sólo de la industria farmacéutica, sino también de la industria de dispositivos médicos, conformada por empresas de todos tamaños, incluidas las micro, pequeñas y medianas (Mipymes) afiliadas a ese organismo.
“Hasta hace unos meses era considerada como una industria estratégica con gran potencial de expansión y crecimiento, basada en su alto grado de especialización, cumplimiento normativo y capacidad exportadora. Hoy todas ellas corren el riesgo de desaparecer”, lanzó Enoch Castellanos, líder de la Canacintra.
Y remató: “Estamos conscientes que existe un problema grave de desabasto de medicamentos e insumos para la salud, pero negamos categóricamente que los culpables sean los industriales; el desabasto obedece a una inadecuada planeación, estrategia y ejecución de las compras, producto de un diagnóstico precipitado, erróneo y por un desconocimiento profundo de las cadenas de producción del sector médico”.
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