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Lecciones de innovación: lo que la moda puede aprender de lego
Si la necesidad de digitalización llevó al sector a innovar (innovar en productos y servicios e innovar en procesos y en modelos de negocio), hoy las exigencias de sostenibilidad en su sentido mas amplio tanto medioambiental como social exigen que el sector de la moda y el lujo innoven también. En su libro “How to avoid a climate disaster”, Bill Gates ya nos anticipaba que la innovación es parte de la respuesta al problema del cambio climático que tenemos que resolver. Ningún sector, ninguna industria se escapa a esta exigencia.
La agenda de la moda en un esfuerzo de auto-regulación, ha decidido poner como prioridad menos deshechos y mas economía circular. El sistema actual genera 8 millones de toneladas de deshechos al año solo en Europa. Mas del 90% acaban en vertederos, muchas prendas con la etiqueta puesta. El modelo de negocio existente agrava este problema cada año. Del año 2000 al 2015 se duplicó la producción de prendas a nivel mundial, pasando de 50.000 millones de prendas a 100.000 millones. En ese tiempo, el uso de la ropa disminuyó un 36%. Quiere decir que, si en el año 2000 usábamos una prenda 200 veces hasta desecharla, en el 2015 lo hicimos 128 veces. Para cambiar el sistema, además de la voluntad y el compromiso la innovación es imprescindible. Innovación para redefinir el modelo de negocio en una industria que se basa en crear cada semana el deseo y la necesidad de comprar mas. Innovar incorporando inteligencia artificial que permita afinar las necesidades de producción para que esta siga sin fisuras la demanda y eliminar los dañinos stocks sobrantes. Innovación para inventar y fomentar el habito de recogida de ropa usada. Innovación técnica que permita reciclar fibras para volver a darles una nueva vida.
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Algunos elementos de esta innovación en el modelo de negocio ya han comenzado. Sigilosamente la venta que da una segunda vida a las prendas se ha insertado en la estrategia de los grandes. Los pioneros de esta nueva forma de vender moda son ahora un unicornio. Kering ha adquirido un 5% en Vestiare Collective para subirse a este nuevo modelo de negocio. H&M lanza en septiembre su concepto online de ropa usada primero en Canadá para expandirlo luego al resto del mundo. La tienda de moda británica por excelencia Harvey Nichols lanza también un servicio de reventa y se ha asociado con la start-up Reflaunt, aliada también de H&M.
La segunda prioridad en la agenda del sector moda es la mejora de las condiciones de todos los participantes en las cadenas de suministro. ¿Como impactar positivamente las comunidades donde se opera? No se trata solo de cumplir con la ley, se trata de tener impacto positivo. En una industria en que estas cadenas son remotas supone cambios que exigen innovación.
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En esta búsqueda de innovación imprescindible vemos como las marcas de moda se alían con start-ups para ir mas rápido. Al igual que en otros sectores generar innovación desde dentro es complicada. Algunas empresas como Desigual, crean aceleradoras como “Awesome Lab” para nutrirse de nuevas ideas que les faciliten la transformación.
En esta carrera por innovar para superar y resolver los problemas medioambientales, me parece de especial relevancia la respuesta de Lego. La empresa danesa es conocida por sus reinvenciones estratégicas. En 2003 después de irse casi a la quiebra, resurgió para recuperar el liderazgo. Ahora da una vuelta otra vez a su estrategia anunciando que en 2030 habrá sustituido el plástico de todas sus piezas por una alternativa sostenible. Con estas medidas y este anuncio nos sigue dando una lección de compromiso y de innovación.
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Maria Eugenia Girón es profesora de IE UNIVERSITY*
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Lecciones de innovación: lo que la moda puede aprender de lego
María E. Girón
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