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Reinventarse ante la escasez de chips
La llegada de dispositivos y vehículos con nuevas capacidades, mayor rendimiento, duración y funciones, por mencionar algunas cualidades, responde a la tendencia de las compañías electrónicas, automotrices y tecnológicas de ofrecer un renovado abanico de productos que corresponden a las necesidades actuales de los consumidores.
Los chips juegan un papel fundamental en la conformación de los nuevos dispositivos tecnológicos: focos inteligentes, vehículos eléctricos, autónomos, módems, smartphones, speakers o bocinas inteligentes, entre otros productos.
En los últimos meses, la falta de este tipo de insumos (chips) ha puesto en jaque a diversas industrias, como la automotriz. Sin duda, la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19 trajo la reducción en la capacidad de producción de los fabricantes de semiconductores, generando un problema de alta demanda y poca oferta.
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“Algunos de los productos que teníamos planeado lanzar en 2021, decidimos no presentarlos por una falta generalizada de chips o de productos electrónicos para fabricarlos. Hay una escasez de estos semiconductores prácticamente en toda la industria de electrónica”, dice Miguel Hernández, vicepresidente y director general de Harman para los mercados de México, Centroamérica y el Caribe.
La Secretaría de Economía del gobierno federal ha detallado que México podría construir fábricas en estados del sur del país para impulsar la producción de semiconductores (chips), pues la zona dispone del agua que se requiere en el proceso productivo.
Según la Semiconductor Industry Association (SIA), la demanda de los consumidores se impulsa cada vez más en los mercados emergentes, incluidos los de Asia, América Latina, Europa del Este y África, mediante productos que compran los consumidores finales, ya sean dispositivos portátiles o de comunicación, como teléfonos inteligentes o computadoras.
“Somos uno de los consumidores más grandes de baterías de litio. Estamos hablando de millones de unida – des, [ya que] hemos vendido más de 100 millones de bocinas inalámbricas y 100 millones de audífonos. Esto da una idea de la cantidad de chipsets y de baterías que consumimos nosotros”, dice el directivo.
Para paliar la escasez de los componentes, esta empresa, que forma parte de Samsung, se basa en la renegociación del suministro de chipsets de una mejor manera.
Otra de las estrategias de la firma es el rediseño de sus productos. “Estamos buscando que el mismo dispositivo que tú ves, quizá cambie el diseño interior y nos permita tener acceso a semiconductores que no tengan el mismo nivel de escasez que el dispositivo maestro que demanda muchos más equipos”, dice.
Otro aspecto de los que está echando mano Harman es la regionalización. Se trata de buscar, en la medida de lo posible, proveedores locales.
“Tenemos una fábrica muy grande en Tijuana, donde se manufacturan productos profesionales, como bocinas de teatros, y allí se utilizan insumos como madera, metales, etcétera. Algunos de estos metales vienen de Asia; algunas maderas vienen de Rusia; y lo que estamos haciendo es desarrollar proveedores locales para las maderas, los metales o los plásticos, de manera que no dependamos necesariamente de proveedores que estén en otra región”, detalla.
El directivo prevé que, a través de esta estrategia la compañía logre sus objetivos para los siguientes años, entre los que, adelanta, presentará (para 2022) nuevas líneas de productos conectados a la nube valiéndose de la inteligencia artificial.
Reinventarse ante la escasez de chips
Mauricio Hernández Armenta
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