Forbes México.
Las mujeres del tequila
Todas estas mujeres se conocen entre sí. Ellas saben hasta dónde llegan sus cultivos de agave, los de sus familias; pueden intuir los gestos de quienes prueban sus variedades de tequila, ya que están al tanto de exactamente cuántos grados de alcohol tienen sus marcas y variedades.
Las dueñas de las fábricas de tequila en Jalisco se distinguen por una visión nueva acerca de cómo lograr más equidad en este ámbito.
En México, la industria tequilera genera más de 70,000 empleos, de los cuales la mayoría se desarrolla en el campo. Cada año, el país produce 374 millones de litros de tequila. De éstos, se exportan 286 millones de litros a más de 120 países, generando una derrama en divisas de 2,300 millones de dólares (mdd).
Es una industria fuerte que, hasta hace poco, se identificaba como pro – fundamente masculina, asociada a la imagen de los rancheros a caballo y de bigote. Sin embargo, desde hace unos años, se percibe una mayor apertura a la participación femenina.
“Ya hay más mujeres consumidoras en esta industria. Eso es una novedad. [Y, en la producción] no sólo las dueñas tequileras han sido ejemplo, sino que las empresas más grandes también han abierto puestos importantes a mujeres. Estamos hablando de directoras de procesos, de mercadotecnia, de relaciones públicas, de laboratorio… El paladar de la mujer valora mucho más al tequila; también, la creatividad de las mujeres añade valor a la oferta”, señala Gabriela Cañedo, nombrada “conocedora del tequila”, por la Cámara Nacional de la Industria Tequilera, y pieza clave para la difusión de este destilado, con su proyecto de educación y promoción “Universo Tequila”.
Empresas familiares
De las cerca de 170 fábricas de tequila que existen en el país, alrededor de 12 son propiedad de mujeres. Este factor tiene una fuerte influencia en la inclusión de más mujeres en la industria.
“Muchos tequileros no tienen hijos, pero sí tienen hijas. Ha habido apertura [generacional para incluirlas en el negocio]. Las generaciones pasadas tenían otra educación y hoy se ve una evolución. Las mujeres ya estamos más involucradas también en el tema laboral”, dice Cañedo.
Iliana Partida, propietaria de la tequilera Hacienda de Oro, es un ejemplo de inclusión en empresas familia – res. Antes de encabezar la operación, se desempeñó en la tequilera de su familia como encargada de Marketing y Ventas, y afirma que, si bien las empresas abren espacios para las mujeres, todavía queda mucho camino para que las herederas puedan ser vistas como opción para dirigir el negocio familiar.
“Hace falta no sólo que se incluya a las hijas, sino que se les deje claro que pueden hacer todo lo que ellas quieran, que tienen la misma capacidad que los hombres; no sólo van a poder estar en ventas por ser guapas: pue – den estar en laboratorio, pueden estar en los cultivos… ellas pueden ser la próxima cabeza del negocio”, afirma.
Otra es la historia de Carmen Lucía Barajas, conocida como Melly Barajas, quien reconoce que abrirse paso desde cero en la industria fue un reto.
“Empecé hace 25 años y, en esos años, no había ni una mujer en el [negocio del] tequila. Ahora las esposas e hijas de tequileros se han involucrado en puestos importantes, pero, cuando yo empecé, realmente eran un poquito celosos los tequileros”.
Para Leticia Hermosillo, de Tequila Cava de Oro, es importante que la labor de las mujeres al frente de las empresas tequileras no sólo se reconozca, sino que se normalice, pues, si bien ella constituyó su compañía codo a codo con su esposo, es un proyecto de su entera propiedad.
“La única dueña de la empresa soy yo. Yo realizo los trámites para cumplir con la Norma [Oficial Mexicana] y, ante el CRT [Consejo Regulador del Tequila], soy la que encabeza todas las gestiones; soy productora y envasadora de tequila”, destaca.
El toque de las mujeres en el tequila
Alta sensibilidad, cuidado de los hijos… En el pasado, las características de las mujeres eran vistas mayormente como debilidades en esta industria; sin embargo, con el paso del tiempo también quedó claro que una mayor sensibilidad se convierte en ventaja a la hora de diseñar productos y presentaciones, mientras que los roles de cuidado también hablan de comportamientos de mayor responsabilidad.
“Nos hemos vuelto más eficientes, utilizamos mejor los recursos; eso nos ha llevado, en mi caso, a ser una empresa más competitiva. Invertir en la mejora continua y en procesos de calidad nos ha llevado a que cada vez más clientes potenciales nos consideren para trabajar en conjunto a largo plazo. Lo más difícil en este negocio es ser una mujer tequilera. Estar en una empresa en el rango tequilero… ¡no es tan fácil ser aceptada!”, dice Guadalupe Newton, de Destilería Santa Lucía.
Mayra Martínez Reyes, de Tequilera de Arandas, afirma que el reto mayor surge a la hora de involucrarse en las actividades de campo, pues, si bien en la actualidad hay, incluso, mujeres jimadoras, lo cierto es que los agaveros todavía muestran resistencia.
“Lo que nos hace diferentes es contar con nuestros propios agaves en la familia. Además, eso nos ayuda a cuidar la calidad”, destaca Marcela Orendain, de Tequila Orendain.
Para Carmen Villarreal, una de las principales fortalezas de las mujeres al frente de empresas tequileras es el sentido de comunidad, pues Tequila Casa San Matías actualmente ostenta reconocimientos de Best Place to Work por su cultura laboral.
“Somos la única empresa tequilera con certificación de equidad de género, y este tipo de reconocimiento nos hace una empresa socialmente responsable. El trabajo como equipo durante más de dos décadas ha tenido por objeto posicionarnos como una empresa sólida”, afirma.
Por su parte, Rubí Esmeralda Partida, de Tequila Tres Mujeres, explica que el management ha sido un reto.
“Una de mis mayores satisfacciones fue lograr un equilibrio en el control de calidad de la fábrica. Los pedidos y las líneas de producción deben estar en sintonía y el área comercial tiene que colocar los productos en un mercado que cada vez nos demanda más volumen”, explica.
Bertha González, de Casa Dragones, dice que la industria tequilera tiene un rol importante al contribuir con la imagen de México en el extranjero.
“La apelación de origen del tequila le pertenece a México. Para nosotros, era muy importante demostrar que México tiene las credenciales necesarias para competir con otros destila – dos de lujo a nivel mundial”.
Para Gabriela Cañedo, es el mercado el que demanda más mujeres en esta industria, pues la sensibilidad, la atención al detalle y la capacidad de desarrollo e innovación son el principal sello de las mujeres de hoy.
“Sí, somos sensibles… y qué bonito es tener estas diferencias, ¿no? Los hombres son muy pragmáticos, buenos en números, estadísticas, en muchas cosas, pero nosotras tenemos otras fortalezas y, juntas, hacemos maravillas. Si bien puede haber estereotipos, creo que las capacidades de hombres y mujeres son iguales. A lo mejor, la mujer en este mundo de hombres tendría que esforzarse un poco más para conseguir algo, pero creo que tenemos las mismas capacidades y oportunidades”, añade.
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