Forbes México.
El ‘lado B’ del aeropuerto Felipe Ángeles: museos, conciertos y carne asada
En poco menos de seis meses, gracias al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la región norte del Estado de México se convertirá en uno de los polos más importantes de conectividad y cultura que posea el país.
El aeropuerto que se construye en el municipio de Zumpango, en el Estado de México, y que nació a partir de una consulta ciudadana del presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018, plantea que la población tenga acceso en sus 330 mil metros cuadrados de construcción a la experiencia de volar sin tener pase de abordar, disfrutar en familia picnics con carne asada y de paso visitar dos museos: uno sobre hallazgos paleontológicos y otro de la historia de la aviación.
La región norte del Estado de México, donde se construye la terminal que sustituye al “faraónico” proyecto de aeropuerto en Texcoco, concebido por el arquitecto británico Norman Foster, abarca siete municipios: Tecámac, Apaxco, Hueypoxtla, Jaltenco, Nextlalpan, Tequixquiac, Tonalitla y Zumpango.
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En conjunto, estos siete municipios tienen una población de 863,360 habitantes, pocas son las opciones de esparcimiento con la que cuentan sus residentes.
Quizá la última obra de impacto recreativo que se haya construido en los municipios aledaños a la base aérea sea el Auditorio Metropolitano, en Tecámac, durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto, y que en su época funcional albergó recitales de Los Tigres del Norte para animar la campaña de José Antonio Meade.
Esa obra tuvo un costo de 600 millones de pesos, pero sólo operó 8 meses.
Ahora, el aeropuerto Felipe Ángeles, que tiene un avance global de 67% y cuyo presupuesto estimado ronda los 84,907 millones de pesos, ha tenido importantes ahorros en materiales, mismos que se destinan a la oferta cultural.
Uno de ellos es el acero, inicialmente adquirido para el proyecto aeroportuario en Texcoco, que ha podido reutilizarse en Santa Lucía y con ello destinar recursos para edificar un museo Tierra de Gigantes, dedicado a los hallazgos de esqueletos de mamuts.
En una visita que realizó Forbes México a la construcción del aeropuerto, los ingenieros militares revelaron que han sido encontrados 142 puntos con hallazgos de fauna, de los cuales 70 son mamuts.
El museo del mamut contará con cinco salas de exposición –cuatro permanentes y una temporal–, además de salas de exposición al aire libre y un jardín temático donde se podrán apreciar reproducciones a tamaño real de la fauna pleistocénica.
“Hemos tenido capacitación del Instituto de Antropología y en conjunto hemos avanzando en el rescate de los mamuts, que en este lugar se han encontrado muchos y que pronto podrán visitarse; trabajamos para tener listo el museo depositario”, dijo Jesús Cantoral Herrera, capitán primero e ingeniero constructor de la Defensa Nacional.
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Pero esto no será lo único que en términos recreativos ofrecerá el AIFA a sus visitantes. La misión de los ingenieros militares es que este aeropuerto sea altamente funcional y que los usuarios, sea cual sea su motivo de visita a México, tengan en un sólo lugar acceso a centros de convenciones, comerciales y hasta hoteles sin necesidad de viajar a la Ciudad de México.
Los militares consideran que este será uno de los principales atractivos que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles ofertará a los mexicanos a partir del 21 marzo de 2022.
Por ejemplo, el AIFA recibirá a los usuarios a través de la plaza pública “Patria”, la cual contará con módulos comerciales, pero también albergará eventos culturales, exposiciones y hasta conciertos, todos conectados con la experiencia de volar.
“Los usuarios podrán venir y podrán ver el despegue de los aviones sin tener que ingresar con boleto al aeropuerto, desde el estacionamiento o plaza pública y eso creo que es un atractivo. Se está pensando más adelante tener un aérea especifica de shopping y que puedan organizar una carnita asada; un área que se pueda utilizar y ver cómo despegan las aeronaves”, indicó el militar.
El aeropuerto contará con un estacionamiento capaz de albergar hasta 4,200 vehículos distribuidos en niveles a ras de piso y subterráneos, y estará conectado con el Tren Suburbano hacia la estación Lechería.
Adicionalmente, tendrá una terminal de autobuses con corridas a los estados colindantes como la Ciudad de México, Puebla, Tlaxcala e Hidalgo.
“Pensamos que una vez que este operativo este puerto, haya también beneficios para la población que vive del turismo, por ejemplo en Hidalgo, donde proliferan los balnearios de aguas termales”, expuso.
Además, se construye un hotel, que será administrado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de al menos cinco niveles y con acceso a un centro de convenciones.
“Que los usuarios ya no tengan la necesidad de ir a la Ciudad de México, que se cree aquí la infraestructura y no tengan que moverse a la conflictiva capital”, sostuvo.
Pero todo el diseño del AIFA tiene una importante carga cultural. Por ejemplo, la terminal de pasajeros, que tiene una longitud de 1.5 kilómetros y que en una primera fase tendrá 44 posiciones de contacto y dos pistas de 4.5 kilómetros de largo y 4.5 metros de ancho, recibirá a los viajantes con una replica de la Piedra del Sol de la cultura mexica.
La terminal de pasajeros contará con 34 baños temáticos como el dedicado al Día de Muertos o a la Charrería.
“La idea es que esta terminal opere temáticamente como un pueblito y donde todo los visitantes aprecien algo de la identidad mexicana”, detalló.
Eso no es todo, su torre de control, de 88 metros de alto, esta diseñada con base en el Guerrero Chimalli, que viene del náhuatl y significa “guerrero del escudo”, y su arma: el macuahuitl.
Desde este punto, el más alto de la región norte del Estado de México, se controlarán las operaciones de despegue, aproximación y aterrizaje de las aeronaves. También, será uno de los más modernos de América Latina y más seguro, pues sólo se podrá ingresar al área de cabina, que tiene un radio de 7 metros, con el registro de datos biométricos.
La torre de control tendrá 14 operadores aéreos, 12 para vuelos civiles y dos más para las operaciones de la base aérea no. 1.
“Todos sabrán que este aeropuerto es el orgullo de México”, lanzó el militar.
El aeropuerto Felipe Ángeles en cifras
Hasta el 15 de julio, la Secretaría de Hacienda informó que se han erogado alrededor de 68,522 millones de pesos en la obra de los cuales 18,158 millones de pesos provienen de recursos fiscales y 50,000 millones del Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar.
La misión, la cual los ingenieros militares afirman cumplirán, tiene fin el próximo 21 de marzo de 2022, fecha en la que se conmemora el natalicio del presidente Benito Juárez.
No obstante, los ingenieros militares son más optimistas. Se han fijado la conclusión de la fachada, pisos, cubierta, iluminación, acabados e instalaciones hacia el 31 de diciembre.
Estiman que entre noviembre y diciembre de este año, los sistemas integrados que se encargarán de la operación del AIFA puedan echarse a andar y con ello calificar su correcta operación.
Haremos recorridos virtuales tomando tiempo para traslados y hasta punto de abordaje. De enero a febrero echaremos a andar esos sistemas”, dijo Cantoral Herrera mientras los obreros colgaban pendones con los escudos de todos los estados del país, como Tabasco.
En su primera etapa, el AIFA podrá mover a alrededor de 19.5 millones de pasajeros al año y realizar 119 mil operaciones anuales.
En su última fase de expansión, entre 2042 y 2052, tendrá que mover a 85 millones de pasajeros.
El AIFA tiene una fuerza de trabajo compuesta por 25 mil civiles y 70 ingenieros distribuidos a lo largo de 48 frentes de construcción que trabajan en 3 turnos de 8 horas.
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Emmanuel Carrillo
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