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Cuidar el planeta es negocio de todos
Hoy más que nunca, nuestros consumidores son conscientes de la naturaleza interconectada de nuestro sistema alimentario global: su alcance para el planeta y su capacidad para proporcionar alimentos a miles de millones de personas en todo el mundo.
Según diversas estimaciones, cada aumento de un grado en la temperatura ocasionado por el calentamiento global podría reducir el rendimiento de los cultivos básicos hasta en 10 %. Lo que solían ser fenómenos meteorológicos que duraban 100 años, ahora ocurren cada dos años y, según la Organización de las Naciones Unidas, más de la mitad de la capa fértil del suelo del planeta está en proceso de degradación. Esto reduce el potencial del suelo para producir alimentos y capturar dióxido de carbono, así como mantener los mantos acuíferos y la biodiversidad.
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Estos cambios también presentan desafíos para la agroindustria. Como empresa que obtiene cultivos provenientes de casi tres millones de hectáreas de tierras agrícolas en 60 países, PepsiCo tiene profundas raíces en el campo y en el sistema alimentario mundial. Al mismo tiempo, nuestros consumidores demandan nuevos productos más sostenibles y hechos con una mínima afectación en el medio ambiente.
En México, toda la electricidad que empleamos en las diferentes operaciones directas de la compañía proviene de energías renovables. Hemos alcanzado esta meta seis meses antes de lo que teníamos proyectado y hoy celebramos haber alcanzado este objetivo. El dato es muy significativo, porque representa una reducción aproximada de 110 mil toneladas de CO2, lo que equivale a 39 veces el dióxido de carbono que captura el Bosque de Chapultepec (o cuatro millones de árboles) en un año.
Para alcanzar la meta de obtener toda nuestra electricidad de fuentes renovables, nos basamos en un esquema de abastecimiento que abarca parques eólicos, paneles fotovoltaicos y certificados iREC (instrumentos reconocidos internacionalmente) de energía solar y eólica. Para desarrollar este esquema tomamos como punto de partida los compromisos que asumimos al firmar dos iniciativas globales de gran alcance en materia climática: el documento Ambición empresarial para 1.5 °C, del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, y el proyecto RE100, impulsado por The Climate Group, que reúne a las empresas más influyentes del mundo para impulsar la transición hacia una electricidad 100 % renovable.
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Este tipo de medidas no es algo nuevo en nuestra agenda. En los últimos 15 años, la sustentabilidad se ha vuelto un imperativo para nuestro negocio, por lo que este hito forma parte de un compromiso mucho más ambicioso: construir un sistema alimentario sostenible que pueda cubrir las necesidades humanas e impulsar al mismo tiempo el crecimiento económico sin dañar el medio ambiente.
Esto lo lograremos con metas muy estrictas, como reducir en 75 % el uso de gases de efecto invernadero (GEI) en todas nuestras operaciones a escala mundial para 2030 y tener emisiones netas equivalentes a cero para 2040, una década antes de lo señalado en el Acuerdo de París. Como resultado de esta serie de esfuerzos, esperamos contribuir a una reducción de más de 26 millones de toneladas de emisiones de GEI en nuestras operaciones globales, lo que equivale a sacar de circulación más de cinco millones de automóviles (aproximadamente el parque vehicular de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas) durante todo un año.
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En PepsiCo somos conscientes de que aún nos enfrentamos a enormes desafíos y la situación climática nos pide a todos actuar con un sentido de urgencia. Por ello nuestra autoexigencia de transformar la forma en que creamos valor al inspirar un cambio positivo para el planeta y las personas. Esto nos convertirá en una mejor empresa, con un propósito de sustentabilidad más integrado en nuestra estrategia de negocio. Esto también nos hará más rápidos y fuertes, lo que permitirá un crecimiento acelerado y mayores inversiones en nuestras comunidades.
Contacto:
Roberto Martínez es presidente de PepsiCo Alimentos México**
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
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