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3 malas prácticas en la transformación digital del modelo operativo
Existe la creencia en el mundo de los negocios en cuanto a que la transformación digital terminará, de un plumazo, con todos los problemas que vive una empresa, ofreciendo nuevos niveles de eficiencia y creando nuevas fuentes de ingresos.
Si eres de los que crees esto, lamento decirte que estás equivocado. Si tienes un modelo operativo deficiente, emprender una estrategia de transformación solo digitalizará esas malas prácticas, pero estarás lejos de crear una operación eficiente y llevar a tu negocio al siguiente nivel de eficiencia.
La consecuencia de esto podría ser tan negativa que te lleve a pensar que el componente digital no tiene un impacto verdadero en tu negocio y frenes cualquier iniciativa en este sentido.
De acuerdo con McKinsey & Company, 70% de los programas de cambio complejos y a gran escala no alcanzan los objetivos establecidos. Los errores comunes incluyen la falta de compromiso de los empleados, el apoyo administrativo inadecuado, la colaboración interfuncional deficiente o inexistente y la falta de responsabilidad. Además, mantener el impacto de una transformación generalmente requiere un restablecimiento importante en la mentalidad y el comportamiento, algo que pocos líderes saben cómo lograr.
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Muchas iniciativas de este tipo suelen ser de tipo individual que no prosperan ni impactan significativamente si no vienen acompañadas de una transformación del modelo operativo, y generalmente adoptan ineficiencias en 3 pilares del negocio: gente, procesos y tecnología. A continuación enlisto algunas de estas malas prácticas que los negocios deben resolver antes de emprender proyectos de transformación digital.
Capital humano
Uno de los errores más comunes que cometen las empresas es no establecer a un responsable que guíe todos los esfuerzos de transformación. Es clave alinear el liderazgo en la organización y darle todo el peso a la parte de transformación, a fin de que estos proyectos no caigan en otras áreas que nos les den la prioridad que se merecen y terminen siendo relegados.
De la mano con esto, he visto que pocas empresas se toman en serio el análisis del impacto que puede traer al negocio la falta de las habilidades y conocimientos en la gente para ejecutar la estrategia de digitalización del negocio.
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Un ejemplo para entender la forma en que evolucionan las habilidades de la gente con los cambios tecnológicos es la banca. Cuando automatizó y digitalizó muchos de sus servicios, incluyendo los algoritmos para calificación crediticia, la gente debió entender la plataforma y asumir nuevas funciones analíticas sobre los resultados que arrojaba dicho algoritmo y asumir la toma de decisiones. La gente asume nuevas funciones y, en consecuencia, debe haber un ajuste de incentivos para ello.
Procesos
Una de las peores decisiones que pueden tomar los ejecutivos es implementar transformaciones digitales con procesos que no son los más maduros y eficientes. Por ello, las empresas deben asegurar que tienen la mejor práctica antes de emprender el viaje digital.
Una vez que el negocio logró esto, el responsable de la transformación debe asegurar que la iniciativa se va a integrar al ecosistema de procesos de la compañía, y que el caso de uso generará resultados específicos porque, de lo contrario, generará muchos cuestionamientos sobre su impacto y si vale la pena seguir apostando.
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Una transformación debe ser ágil y ganar batallas en el camino. Es un error esperar hasta el final para esperar a ver si hubo resultados positivos. Es algo similar a lo que sucede cuando una persona inicia una dieta para bajar de peso: no espera a que termine el periodo que estableció para ver los resultados, sino que va midiendo y ganando batallas que la motivan a seguir.
Tecnología
Con la llegada de la digitalización han surgido nuevas deficiencias en los procesos de explotación de los datos, porque ciertamente no era algo que supieran hacer las empresas. Por ello, hoy en día una mala práctica es carecer de un esquema de gobierno de datos —donde se establezca claramente quién es el dueño de tal información y quién puede modificarla, por ejemplo— y una estrategia de gestión integral en todo el negocio que dé pie a una cultura de generación de datos confiables y oportunos, lo que debe considerar la integración de todas las plataformas del negocio para generar todas las bases de datos completas.
Asegúrate de tener las mejores prácticas en estos tres rubros y, ahora sí, buscar las iniciativas de transformación digital que lleven a tu negocio al siguiente nivel.
Contacto:
Socio en Exertus Consulting Group
Mail: jaime.ortega@exertus.com.mx
LinkedIn: Jaime Ortega
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
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