Fuego, una amenaza real en los centros de datos

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Fuego, una amenaza real en los centros de datos

El procesamiento y el almacenamiento de datos se han vuelto cada vez más críticos para el funcionamiento de las sociedades contemporáneas, que generan grandes cantidades de información. En el ecosistema de negocios y empresas, podríamos definir a los centros de datos como el sistema nervioso que resguarda toda nuestra información física y digitalmente.

La creciente dependencia de este tipo de instalaciones estratégicas se ve reflejada en el crecimiento que han tenido los centros de datos en los últimos años a nivel global. Al cierre de 2021, el gasto de las empresas de Tecnologías de la Información en sistemas de centros de datos alcanzaría los 237 mil millones de dólares en el mundo, según pronostica Statista.[1]

En América Latina la tendencia es similar y México en particular se ha convertido en un hub tecnológico para el desarrollo de esta infraestructura. Actualmente, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) estima que los centros de datos ocupan más de 250 mil metros cuadrados en seis estados del país: Ciudad de México, Querétaro, Estado de México, Nuevo León, Jalisco y Aguascalientes.[2]

Los centros de datos son críticos para el avance de la transformación digital. Por ello es imprescindible traer a la conversación una amenaza seria para los centros de datos, pero que a menudo pasamos por alto: los incendios.

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¿Qué pasaría si una de estas instalaciones es consumida por el fuego? Más allá del impacto a la empresa operadora del centro de datos, tendría devastadoras consecuencias para la información de las diversas empresas y sus clientes que alberga el sitio. El costo por inactividad en un gran centro de procesamiento de datos puede exceder los 2 millones de dólares por hora, según cálculos de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos.

Los centros de datos están repletos de equipos, cables y alambres electrónicos con altas temperaturas que, especialmente si están desgastados, sobrecargados o mal mantenidos, los hacen susceptibles a los incendios. Por otro lado, los avances en los sistemas de enfriamiento hacen que sea cada vez más difícil para los sistemas tradicionales de detección pasiva de humo brindar alertas tempranas de incendios.

A medida que los centros de datos albergan servidores cada vez más rápidos, el equipo inevitablemente se calienta cada vez más, lo que lleva a los operadores del centro de datos a crear un mejor flujo de aire para enfriar el equipo. Estos nuevos sistemas de enfriamiento son tan eficientes para expulsar aire caliente y aspirar aire frío del exterior que retrasan o evitan que el humo llegue a los sensores de detección de incendios.

Sin embargo, no siempre son los incendios reales los que causan daños: los incendios y las fallas del sistema de alarma contra incendios representan más de cuatro de cada 10 días que los centros de datos están inactivos debido a problemas de tecnología no informativa.[3]

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La clave para fortalecer la seguridad de los centros de datos, tanto física como cibernética, se encuentra en la detección temprana de los incendios.

Para que los sistemas de detección de humo funcionen correctamente, el humo debe llegar al sensor con suficiente densidad detectable. El enfoque tradicional para la detección de humo es colocar sensores en el techo de los edificios asumiendo que el humo se eleva, pero los avances en el diseño y enfriamiento del centro de datos significan que solo pequeñas concentraciones de humo pueden alcanzar el techo al inicio de un incendio. Como resultado, es posible que una detección de incendios tradicional no detecte las primeras etapas del humo y el fuego.

Por lo tanto, los centros de datos requieren sistemas de detección de humo por aspiración, que monitorean el aire a través de tuberías huecas en ubicaciones susceptibles alrededor del edificio, que intercepta el humo donde se genera, lo que permite una detección muy temprana.

¿Cuál es la diferencia clave?  Mientras que los sistemas tradicionales adoptan un enfoque pasivo para la detección de humo, los sistemas de aspiración muestrean activamente el aire cerca de las fuentes más probables de incendio eléctrico alrededor del edificio. El fuego es una amenaza real en los centros de datos y las consecuencias de un incendio son enormes. Es por ello que los operadores deben mantener los sistemas actualizados con la tecnología más avanzada que proteja este mar de información.

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[1] Data Centers, statistics & facts, Statista, Apr 2021 https://www.statista.com/topics/6165/data-centers/#dossierSummary

[2] Estudio de Cloud Computing en México, IFT, Jul 2020 http://www.ift.org.mx/sites/default/files/dgci.estudio-cloud.computing.pdf

[3] Why data centres fail. Research Gate, Aug 2015 https://www.researchgate.net/publication/304792459_Why_data_centres_fail_An_analysis_of_catastrophic_failures_in_data_centres_over_a_five_year_period

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Sergio González, Vicepresidente de Honeywell Building Technologies, Latinoamérica*

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