Qatar: “un mundial no tiene sabor sin aficionados mexicanos”

Forbes México.
Qatar: “un mundial no tiene sabor sin aficionados mexicanos”

Qatar un mundial no tiene sabor sin aficionados mexicanos (P-W pag.44-45)

En México, el embajador de Qatar, Mohammed Alkuwari, afirma, en entrevista, que buena parte del ambiente de celebración del próximo Mundial de Futbol, en Doha, lo aportarán los turistas mexicanos. “Un mundial no tiene sabor sin aficionados mexicanos. He estado [presente] en estadios aquí; lo he visto: los espectadores que hacen vibrar los estadios son los mexicanos. Creo que podrían viajar a Qatar 40,000 seguidores o más. Los mexicanos, su ánimo, son muy importantes para nosotros en este Mundial”, dice.

La Autoridad de Aviación Civil de Qatar prevé que lleguen 1.7 millones de turistas a la celebración de la Copa Mundial de Futbol Soccer, del 22 de noviembre al 18 de diciembre de 2022. La edición del Mundial de ese año será la primera en que los diferentes estadios se ubiquen a pocos kilómetros de distancia unos de otros. El embajador Mohammed Alkuwari explica que nunca antes los aficionados de la Copa del Mundo habían podido desplazarse en transporte público para ver dos partidos en el mismo día.

Para los viajeros, Qatar se presenta como un destino turístico que, además de las justas deportivas, ofrece otros atractivos culturales.

“Qatar tiene mucho mar, playas de arena blanca, restaurantes… Está el Zócalo, los museos más grandes en el Medio Oriente, fiestas en la playa… A los mexicanos les gusta el mezcal y el tequila, y los bares en Qatar tienen mezcal y tequila; no creo que puedan sentirse muy diferentes en el tema de cultura y turismo”, afirma.

Qatar un mundial no tiene sabor sin aficionados mexicanos (P-W pag.44-45)
Mohammed Alkuwari, embajador de Qatar. 15 de junio 2021. Foto: © Andrea Gama

Mundial al alcance

Qatar tiene un PIB per cápita seis veces mayor que el de México; sin embargo, una de las estrategias para hacer más atractivo el Mundial 2022 es generar un menú de experiencias variadas que puedan estar al alcance de todos los bolsillos.

“Mucha gente cree que Qatar es un país muy lujoso y muy caro, pero hay diferentes alternativas. México también puede ser caro, si quieres un hotel de alto lujo; pero también hay opciones. Lo mismo pasa en Qatar. Hay de todo: hoteles lujosos, Airbnb, carpas árabes (que son una oportunidad de vivir una experiencia nueva), cruceros… Hay de todos los niveles y existen opciones muy baratas. Hay oportunidades para todos, para que cada cual pueda elegir qué quiere”, asegura el embajador Alkuwari.

Entre las medidas adoptadas para brindar opciones, Qatar construye un conjunto de 16 hoteles flotantes, que estarán situados en las costas de Qetaifan Island North, en la ciudad de Lusail, a 23 kilómetros de Doha. Se prevé que estos alojamientos, que ofrecen comodidades similares a las de los cruceros, tengan un costo menor al de los hoteles convencionales, que, en Qatar, es común que ostenten siete estrellas o más.

Un legado cultural y de infraestructura

Además de los ocho estadios que se construyen, para el Mundial, en las ciudades de Al Wakrah, Doha, Rayán, Jor y Lusail, Qatar ha invertido en carreteras, puentes y transporte público. Un ejemplo es el Qatar Rail, un sistema que integra siete líneas de tren y metro y que permitirá el desplazamiento de aficionados sin mayor complicación y a un costo moderado.

Se prevé que las líneas operen en su totalidad antes de que termine este año. Algunas ya funcionan y, desde su puesta en marcha, en mayo de 2019, se registran 28 millones de viajes.

“Esta Copa Mundial es, para nosotros, una oportunidad de mostrarnos al mundo. Construimos ocho estadios con diseño arábico islámico, modernos, con aire acondicionado, con energía verde; tenemos el metro más rápido del mundo, sin conductor. Esta infraestructura, antes y después del Mundial, será un legado para nosotros”, dice Mohammed Alkuwari.

Qatar no ha escatimado en cuanto a infraestructura. El Ras Abu Aboud Stadium, con capacidad para 40,000 aficionados y a una distancia de 10 kilómetros de Doha, es una estructura que se constituyó a partir de contenedores de carga y que no sólo es desmontable, sino que será donado por Qatar, a través de la FIFA, para que pueda establecerse en África, una vez concluido el Mundial.

Otro de los legados de la organización de la Copa es que, durante el periodo de preparación para el evento, el año pasado en Qatar se implementó una reforma laboral que formalizó un nivel de salario mínimo, horarios de trabajo y normativa para el trabajo de extranjeros.

Ante los rumores sobre las condiciones de los obreros en las labores de construcción, Qatar invitó a la Organización Internacional del Trabajo a fungir como observador y, según explica el embajador de Qatar en México, el reporte del organismo arrojó que hay óptimas condiciones vida para los trabajadores.

“Sobre la reforma laboral, nos enfocamos en los trabajadores. Mostramos al mundo que la gente [de Qatar] tiene [garantizados sus] derechos humanos. Este Mundial nos importa mucho: queremos enseñarle a la gente lo que tenemos. La infraestructura, sí, cambia al país: se le percibe más moderno; pero siempre decimos que nunca olvidamos nuestra identidad. El Zócalo es el mismo, se ve igual que hace 100 años; no cambiamos nada. En Qatar hay dos países: uno moderno y uno antiguo”, añade.

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Viridiana Mendoza Escamilla

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