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¿Se puede realmente frenar el cambio climático?
Uno de los temas centrales en la agenda global es cómo contribuir al que es, quizá, el mayor desafío de nuestra época: enfrentar el cambio climático.
El reto es particularmente relevante para Latinoamérica y el Caribe, donde debido a la naturaleza de las economías de la región, la crisis climática podría resultar en la pérdida de 2.5 millones de puestos de trabajo para 2030, mientras que los daños causados por este fenómeno alcanzarían los 100 mil millones de dólares al año para 2050, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En contraste, la transición hacia una economía verde se podría traducir en la creación de 15 millones de puestos de empleos en la región, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Es por ello que las organizaciones y los líderes empresariales de la actualidad pueden jugar un rol clave al impulsar mecanismos y estrategias que mejoren la sustentabilidad.
En los últimos años hemos sido testigos de amplios compromisos por parte de la iniciativa privada de entidades gubernamentales por alcanzar la neutralidad de carbono, una de las estrategias que impulsa la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que ha logrado comprometer a los países que representan más del 65% de los gases de efecto invernadero nocivos y más del 70 % de la economía mundial. La iniciativa tiene como plazo el año 2050 para alcanzar esta meta común.
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Alineados con estas metas, empresas de los más diversos sectores como, Amazon, General Motors, FedEx, Walmart y Coca Cola, han trazado su propia ruta para alcanzar la neutralidad. A este esfuerzo se sumó recientemente Honeywell para lograr la neutralidad de carbono en 2035.
Este esfuerzo pasa por desarrollar tecnologías de vanguardia que transformen las industrias y la manera en que vivimos para crear un mejor futuro. La innovación puede transformar nuestra interacción con el ambiente en campos tan diversos como la movilidad, el almacenamiento de energía o incluso en los edificios que habitamos.
Actualmente, las empresas pueden optar por tecnologías que hace unas décadas no imaginamos. Cada vez son más las organizaciones que optan por soluciones basadas en Inteligencia Artificial y machine learning para optimizar las operaciones de plantas industriales o incluso edificios comerciales, en donde el uso de estas tecnologías tiene un impacto positivo enorme, si tomamos en cuenta que el consumo de energía en edificios comerciales representa más del 36% de la energía global y casi el 40% de las emisiones totales de CO2, según la Agencia Internacional de Energía.
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Por otro lado, la innovación amigable con el medio ambiente impactará decisivamente la que viviremos en los próximos años. Por ejemplo, la evolución en la movilidad, ya que hoy existen pilas de combustible de hidrógeno para propulsar aviones y taxis aéreos. Esta tecnología que puede reducir el impacto climático de la aviación entre 75% y 90% según estimaciones de McKinsey, por lo que serán especialmente importantes a medida que el futuro del transporte cambie a taxis aéreos de largo alcance.
El cambio climático no es un tema simple de abordar, sin embargo, el compromiso de las empresas por desplegar iniciativas de sustentabilidad e invertir en soluciones que hagan sus operaciones más amigables con el medio ambiente es un paso fundamental para revertir la tendencia y mitigar el calentamiento global.
Estoy convencido de que estamos en un punto de inflexión en lo que se refiere a la sustentabilidad y la innovación es una de las claves para tener un mejor futuro. Si hay algo que actualmente une a la humanidad es la necesidad de cuidar nuestro planeta y para ello debemos contribuir con lo que esté en nuestras manos para marcar la diferencia.
Contacto:
Manuel Macedo es Presidente de Honeywell para Latinoamérica
LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/macedomanuel/
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
¿Se puede realmente frenar el cambio climático?
Invitado Forbes
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