Forbes México.
Incertidumbres de la IP y Covid 19
Por: Salvador Guerrero Chiprés*
Existen a la vista desafíos económicos, intelectuales y políticos para diferentes segmentos del empresariado en el mar incierto de los tiempos de Covid-19.
La desaceleración global abrupta radicalizada por la situación del precio del petróleo, la multiplicación de las incertidumbres globales en su conexión con los mercados locales y la terminación de la dualidad poder económico con agregados de poder político, que eran la moneda corriente del siglo pasado y de las dos primeras décadas del actual, son elementos del ambiente.
Por si fuera poco, se agrega la determinación investigativa del SAT y la evidencia de la disposición institucional de embargar a empresarios históricamente ligados al poder de lo que fue el régimen dominante, o a los agrupamientos asociados con marcas que hegemonizaron el mercado de sus respectivos productos durante décadas.
Están a la vista más interrogantes que respuestas en un escenario completo y profundamente divergente del que los actores económicos de todos tamaños previeron en su propio imaginario.
Comprender la nueva situación es simultáneamente un desafío intelectual y, en seguida, político. Es una herramienta de ahora y el futuro.
Algunos han exhibido una capacidad anticipada de construcción de puentes eficaces y eficientes con nuevos actores y a ellos no les funciona el montaje de posiciones adversariales; mientras, otros más descontentos, pero sin ánimo de confrontación, tienen una veladora encendida y, unos más están en la medida de su propia oportunidad, con independencia de su tamaño, están advirtiendo nuevas posibilidades en donde antes solamente las había para un núcleo más poderoso.
Se acabó el mundo contractual y presencial como lo entendíamos hasta el inicio del año; se terminó el esquema de complicidades habituales de carácter político y fiscal, al menos como solía existir; se terminó la enorme oportunidad de colusión que era esencial al arreglo especialmente entre el PRI y algunos empresarios. Tampoco esta aún claro qué lo sustituye.
Y el rosario continúa. Es evidente que en la agenda de la Cuarta Transformación no hay simpatía por la desigualdad laboral o el tratamiento indigno de los trabajadores y empleados. Tampoco existe una preeminencia de algo centralísimo: ¿debe el gobierno distribuir directamente los recursos del erario a los menos favorecidos, o debe subsidiar fiscalmente a las empresas, así sea con una no tan simple posposición pagos de impuestos?
Creo que debe existir un justo equilibrio entre las perspectivas más inteligentes del Consejo Coordinador Empresarial, menos histriónicamente radicales que las de la Coparmex nacional y las propuestas esenciales al núcleo del bloque de poder que lo ganó en las elecciones del 2018.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció recientemente que las pequeñas empresas formales e informales podrán acceder a créditos como una medida de apoyo frente a la pandemia. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, subrayó lo inadmisible de que ciertos proyectos, cuyo capital se ha consolidado durante años, capaces de sobrevivir a la crisis de la contingencia sanitaria, actúen con deslealtad frente a la gente a la que deben su fortaleza.
La desaprobación de la deslealtad de los más poderosos con los más desfavorecidos es también parte del contexto. Los autores tienen la oportunidad de variar sus perspectivas. Las autoridades, de intervenir.
Contacto:
*Salvador Guerrero Chiprés es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. Doctor en Teoría Política por la Universidad de Essex, ha impulsado causas como la transparencia, la lucha contra la corrupción y el empoderamiento ciudadano en coordinación con organismos empresariales y autoridades.
Twitter: @elconsejomx
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